martes, 8 de febrero de 2011

En continuo estado de reposo


Ayer me encontraba recostado en el piso de mi cuarto de meditación en la postura de shavasana, y como acostumbro, después de una clase vigorosa de hatha yoga, sentía mi cuerpo  irse relajando poco a poco, pero llegue un punto donde aun me sentía tenso, ya que había algo en mi que no soltaba y fue contemplando la causa de la agitación que me di cuenta que mi mente sostenía en un nivel subconsciente el pensamiento: "Es Lunes, principio de semana y aun me queda toda un semana de trabajo!" y este pensamiento estaba cargado de una sutil aprehensión que no permitía que mi cuerpo se soltara completamente, entonces en ese mismo instante me dije: "hoy es como si fuera el domingo, lo único es que tengo que hacer algunas cosas" y en ese instante mi cuerpo soltó y al poco tiempo me encontraba en un espacio de profunda paz y dicha interior. Sí, todos hemos sentido en algún momento u otro la aprehensión de los lunes, pero ese no es el punto que quiero traer a acotación sino más bien es esa sutil creencia de que solo puedo reposar y descansar,
 cuando me voy a dormir o  en mis día libres y el resto del tiempo me mantengo sutilmente tenso al ejecutar mis acciones diarias, no estoy realmente relajado en el momento presente, si no continuamente en una especie de aprehensión a la lista de obligaciones.

 En los últimos tiempos he ido desarrollando esta conciencia de continuamente en medio de cualquier acción, sentir  y “leer” mi cuerpo y sus tensiones y buscar relajarlo en lo que sea que esté haciendo, especialmente noto mi tensión cuando manejo o cuando estoy dando una clase de yoga y a pesar de mis multiples indicaciones un alumno "no pega pie con bola", en ese instante puedo notar mis músculos llenos de impaciencia, o hasta ahorita mismo al escribir este texto, puedo acumular una sutil impaciencia por terminarlo  en mis hombros. Lo que hago es que me traigo al momento presente, siento lo que expresa mi cuerpo y busco relajarlo gozando la acción presente y recordarme que lo único con que tengo que lidiar es con el momento presente y que si puedo vivir momento a momento, una cosa a la vez,  y apreciar lo que sea que esté ocurriendo entonces puedo vivir en un estado de reposo continuo, donde me doy el tiempo que necesito para hacer cada acción reposadamente, sin apuro, gozándola.

Es cultivar el arte de estar consciente de mi mente a través del malestar o bienestar que expresa el cuerpo y la práctica de aprender a vivir en un estado de reposo a medida que hago mis acciones. Al vivir así,  crece en mi la certeza y la confianza de que si suelto el apuro inconsciente o el piloto automático y me doy el tiempo y el espacio de  vivir momento a momento mi vida, entonces ocurre una sublime conexión con el ahora que me otorga una gran intuición y percepción sobre las cosas y personas incluyéndome, además de paz, guía y energía para vivir la vida en armonía con el Todo. Esta armonía se refleja no solo en mis acciones y sus frutos si no también en las circunstancias benéficas que atraigo a mí, entro como en un fluir y un baile sinchronistico con la vida, donde hay una sencilla plenitud y magia.

3 comentarios:

  1. Esa Intuición se hace poco a poco, cada vez mas interesante.

    Saludos ;)

    ResponderEliminar
  2. Por desgracia estamos culturalmente acostumbrados a vivir de lo que paso o de lo que va a pasar... requiere mucha disciplina y dedicación cambiar el patrón. Gracias por las palabras

    ResponderEliminar
  3. @clabreu. si exactamente y ese es el camino del yoga, que ya muchos han transitado y nos han mostrado que si es possible y que vale la pena!y yo creo que ahora somos muchos mas que antes y es nuestra oportunidad no solo de cambiarnos si no de cambiar la cultura!

    ResponderEliminar