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BJ Galvan una de mis maestras de Anusara Yoga |
Uno de los aspectos de la práctica de yoga que por mucho tiempo me abrumo y hoy en día me ha empoderado es darme cuenta del hecho de que momento a momento mi mente está creando mi realidad, el darme cuenta que todo los pensamientos que cruzan mi cabeza están moldeando mi día y mi experiencia de este. Esta realización me ha mostrado lo relevante y poderoso que es sostener una pensamiento positivo en mi mente, el reconocer cuando mi mente cae en una visión negativa de la realidad y como puedo disolver el "berrinche"(ya que generalmente es un berrinche) y aceptar lo que sea que está ocurriendo como perfecto para mi crecimiento y moverme nuevamente a un estado de apertura y receptividad a la Gracia siempre presente en el ahora, ahí es donde respirar profundamente, la energía en mi fluye y yo puedo fluir con la vida de manera armoniosa, de manera que respondo consciente y proactivamente a las situaciones que me trae la vida.
Este es un esfuerzo que empieza desde que me despierto en la mañana y repito mi mantra, y continua luego al salir de meditación, donde releo mi intención para este año y durante el día (a menudo cuando manejo! por que será?!!) busco recordar aquello que quiero manifestar y ser en mi vida diaria. Hasta ahora mi experiencia ha sido que cuando lo hago comprometidamente, lo efectos son realmente milagrosos! De sentirme agotado a sentirme que tengo energía ebullente, de sentirme temeroso a sentirme confiado, de sentirme frustrado a sentirme esperanzado. Lo que hago es que una y otra vez me repito mi intención (ver última entrada) y me conecto con la verdad y anhelo subyacente en esta y poco a poco a medida que la repito sintiéndola como verdad y me empapo de ella voy afectando todo mi cuerpo, mi campo energético y mi actitud, realmente es redescubrir la magia de la vida!
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